Despertares


Lunes 4 de abril de 2011

Despertares

Hola Amigos

Vuelvo a estar en Bogotá deshojando la “margarita”, este fin de semana pasado hice un taller de superación personal de 3 días, ¡Espectacular! (la empresa se llama Adastra – hacía las estrellas – el teléfono es 2714141 por sí a alguien le interesa), son esos talleres de los que denomino: de despertar espiritual, hace 12 años hice uno similar: el curso de Eneagrama, en su momento casi simultáneamente mi madre hizo este mismo taller y por la similitud no quise repetirme, pero en ambos casos se iniciaba con un básico, yo dejé ahí la experiencia (fue un error), no la continué y hoy siento de alguna manera que muchas de las cosas que han sucedido en mi vida desde entonces son así, inconclusas, a partir de hoy he decidido ser más ejecutivo, quizás mi primo Nelson tiene toda la razón y la vida realmente empieza a los 40, todo la chorrera de personalidades que lo dijeron antes de él, no fueron tan trascendentales para mi como lo fue mi primo, ¿quizás ayudó un poco el hecho de haberlo oído justo el día en que cumplía 40?, misterios de la vida, tal vez nunca lo sabremos.

Me iba a quedar hasta el lunes 11 de abril, pero ahora hubo un cambio de planes y al parecer me quedaré hasta semana santa opss!, de pronto para cuando tenga que volver a Cali ya sea tiempo de regresar a mi nuevo trabajo en Bogotá (y ¡así será!), el tiempo ahora se mueve con otra cadencia, ahora vuelvo a disfrutar los segundos y en este instante es una bendición estar desempleado, pues tengo varias actividades que terminar antes de retomar mi actividad laboral, como dato revelador les cuento que el martes pasado hice un ayuno de 24 horas como parte de un proceso de meditación y desintoxicación (sólo tomé agua y fui al baño turco y la piscina de la casa de mi hermana, ya saben la vida es muy dura), unas horas después, en la mañana del miércoles, recibí la invitación al curso por parte de mi tía Patricia (ella es una de las “realizadoras” de Adastra), mi padre me prestó (nuevamente) su tarjeta de crédito para los pasajes y heme aquí, después del curso, cumpliendo con uno de los compromisos acordados: escribir 4 horas diarias, como mínimo 5 días a la semana, eso hará que este Blog deje de ser tan estático, ya es hora, mi alma estaba cerrada por derribo, este fin de semana pasado terminé de recoger los escombros (un proceso de derribo y recogida de escombros que ha durado 3 meses intensos), y ahora coloqué una lona verde e inicié la construcción de un nuevo edificio, esperen sorpresas en el innovador diseño del mismo, por cierto, ya no se aceptan sugerencias.

Mención comercial: Estos tiempos de vacas flacas son muy apreciados, me reiteran mi convicción de que la práctica totalidad de mis amigos son de corazón, casi no he sufrido ninguna decepción, todos me han apoyado en forma extraordinaria, Mis padres, Michel, Nelson, Angie, Olga, Chaparrito, Rafael y un larguísimo etc (la idea no es gastar mis 4 horas de hoy sólo escribiendo los nombres). Pero es sólo por mencionar los más relevantes, a todos desde aquí nuevamente muchas gracias.

Ahora sí a lo que vinimos, ¿por qué despertares?, cuando en mitad de las vacaciones sin ningún compromiso que asumir, uno se despierta en la mañana, ¿qué lo despierta?, una brizna de viento que se coló por la ventana, o quizás fue un rayo del sol que al dar con la persiana se reflejo en un ángulo preciso contra tus ojos.

Supongamos que todos estuviéramos dormidos y alguien despertara, viera lo maravilloso del mundo y al volverse a acostar, pudiera entrar nuevamente en el sueño de los que siguen dormidos, entonces les diría algo por el estilo: Para despertar debes poner en tu cuarto una persiana amarilla marca gato, referencia ratón, con una leve inclinación de 38° hacia arriba, así cuando sean las 9:17 de la mañana, un rayo de luz dará sobre tus ojos y te despertará.

El amigo hace exactamente lo indicado, pero como duerme en otra habitación cuya ventana da hacia el sur, no despierta, a ese fenómeno hoy en día lo llamo el "complejo del despertador", los que hemos tenido la fortuna de despertar alguna vez, aquello que nos despertó por primera vez, se vuelve objeto de nuestro culto y pensamos que todo el mundo debe hacer exactamente eso: Tienes que ir a esa finca de Pedro, por la mañana los pajaritos cantan de una forma tan especial qué … El amigo va a la finca de Pedro, llueve torrencialmente, se mojan los colchones, pasan una noche de perros y obviamente nunca despertó espiritualmente.
Eso pasa con algunos libros, algunas religiones (¡sí tú conocieras el poder de nuestro maestro espiritual!) y obviamente con cursos de crecimiento personal, en donde más o menos un porcentaje relativamente alto despierta, pero no todos, sólo los que su alma supo llevarlos por ese sendero, allá se llega después de un proceso previo, no sirve de nada decir: “Pepita Mendieta necesita ese cursito, voy a ver como hago para obligarla a venir ala, ¡a ver sí despierta carajo!”.

En mi caso personal, mi primer despertar sucedió por allá en 1992 cuando leí “Ami el niño de las estrellas” de Enrique Barrios, por unos cuantos meses pensé que todo aquel que leyera ese libro despertaría y vería la vida con otros ojos, lo alcancé a comprar unas 7 veces, lo prestaba con la condición de volverlo a prestar a otra persona que lo requiriera.

En esa época, una prima mía a la que adoro me dijo: “Alvarito, ¿y es qué tú crees en extraterrestres?”, no lo había empezado siquiera, pues le parecía ridículo que un extraterrestre en forma de niño viniera a hablar del Amor universal en un playa con un niño terrícola (y hasta podría tener razón, podría del verbo podrir).

Mi segundo despertar fue un día en que tuve un sueño muy vivido con extraterrestres (opss, ¿será que creo?), en él recibía un regalo muy especial, ya luego hablaré en detalle de este hecho.

Mi tercer despertar fue la tercera vez que fui a Iguaque (en 1996), viajé solo y fue con mucho el más espectacular de todos, me senté a descansar en una roca subiendo hacía la laguna, allí tuve lo que algunos autores llaman una “experiencia cósmica” y por un instante y una eternidad me fundí con todo, primero con la roca, luego la vegetación alrededor, me convertí en parte de la laguna, de toda la montaña, de Colombia, América, el planeta, nuestro sistema solar y finalmente toda la galaxia (la escena final de hombres de negro fue algo parecido, sólo que esta fue en primera persona) ahí paré, me quedé mirando por un instante el cúmulo de galaxias vecinas incluyendo a la bella y rosada Andrómeda.

En 1997 seguí cayendo en las redes muiscas, un aprendiz de director de cine nos llevó a un grupo a las piedras de Suesca en una fecha de significancia astronómica,  allí sentado en 4 piedras con diferentes “poderes”, experimenté un nuevo despertar, de este evento también hablaré luego.

Hace 13 años, en 1998 tuve nuevamente un despertar, el primero inducido en forma artificial por decirlo de alguna manera, al tomar mi curso de Eneagrama, una vez más, muchos de mis compañeros de curso empezaron a hacer esfuerzos increíbles intentando que varios de sus familiares y amigos más cercanos tomaran el curso, “porqué sí tú colocas una persiana amarilla …”.

De allí para acá, cada vez que me siento aletargado he forzado mis viajes a Iguaque, aunque Iguaque es muy sabio, cuando no he estado listo la laguna me ha impedido el viaje, como ocurrió el pasado 6 de noviembre, que la noche anterior al mismo, mi pierna derecha colapsó por una lesión en la columna que me comprimió el nervio ciático y ello me dejó cojo, obviamente no pude subir.

El pasado 28 de diciembre pude volver a regresar (recuperado al 60%, hoy lo estoy al 90%) y entre esa fecha y este fin de semana se ha producido un paréntesis de  3 meses de reflexión profunda en el que he procurado no volverme a dormir, en el qué espero hacer la gran diferencia, con mi nueva intención de elevar mis propósitos y culminar ciertos proyectos que he venido aplazando… (mañana mismo comienzo) aunque obviamente en este momento, horas después de la graduación del curso básico de Adastra, estoy un poco más despierto que lo habitual.

Por cierto, considero oportuno recordar este hecho recurrente en mi vida, Suelo recibir recriminaciones de algunas de las personas que me conocen: “De otro se puede esperar un comportamiento así” (léase con acento argentino: de banal, inmaduro, ¡humano!, ¡ché!, puede parecer pero yo no soy perfecto), luego continúan: “pero en ti, con todo tu discurso, es imperdonable”, se les olvida a todos, que al igual que ellos, cuando estoy hablando con ellos, luego de volverla a embarrar una vez más, fue porqué ya me dormí.

Dulces sueños para todos, les deseo desde el fondo de mi alma que algún día despierten, y a los que están despiertos, no sean intensos, ¡dejen dormir!.

Un beso para todas y un abrazo del alma para todos

Comentarios

  1. Escribes muy bonito...te felicito... hay esta el reflejo de tu alma.... te mando muchos 44444444

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