Serendipity, la seguridad en sí mismo y las mentiras de Colón

Siendo aún un niño, a los 11 años leí en El Tiempo un artículo de Daniel Samper Pizano titulado “Las mentiras de Colón” (del 3 de abril de 1982, sí escriben en google: "Las mentiras de colón" "Daniel Samper" encontraran como primera entrada el artículo en cuestión escaneado directamente del periódico), en él se hacía una recopilación bastante interesante de fallos históricos que en su momento nos enseñaron en el colegio, entre otras: las 3 calaveras no se llamaban así, ni eran calaveras (sólo la Pinta y la Niña, la Santa María era una Nao y en su momento fueron rebautizadas por el muy católico Cristóbal Colón), era mentira que hubiera salido de un puerto llamado “Palos de Moguer”, pues cuando a los 14 años fui a vivir a Andalucía en España, pude constatar con mis propios ojos que Palos y Moguer son 2 pueblos distantes algunos kilómetros entre sí, sería algo como decir que salió del puerto: “Subachoque de Funza ó de Zipaquirá de Chía” o en términos más internacionales del puerto de “New York of New Jersey”, aunque el ejemplo colombiano es mejor (New Jersey y New York están una frente a la otra separadas por el río Hudson) pues cuando se ven hoy en día los famosos puertos de Palos y de Moguer, aparte de los 15 minutos que demoras en ir de uno a otro en automóvil a buena velocidad, se nota cierta ausencia en ambos municipios: El agua… el mar está a mas de 46 kilómetros de dichas poblaciones y no son precisamente puertos de mar aunque en su momento lo fueron, un fenómeno milenario de regresión del mar, que ya en esa época hacía muy difícil navegar en esa zona por la baja profundidad (tipo varadero en Cuba), ello hacía de ambos puertos un bunker natural, pues los enemigos no los podían atacar sin encallar en el intento, excepto los marineros del lugar, quienes conocían las “rías”, canales subacuáticos con buen calado por los que debías entrar hasta el muelle.

Pero ahí no para la cosa, Cristóbal Colón no tuvo ningún problema respecto del tema de la redondez de la tierra como nos cuentan en estos lares (diciendo que convenció a la Reina Católica con una manzana, por ejemplo), de hecho desde varios años antes de cristo esto era un tema de sobra conocido (por griegos, chinos, indios, americanos, egipcios y un larguísimo etc.), incluso sí revisamos la revolución de Copérnico, cuya innovación fue decir que girábamos en torno al sol, pues durante toda la edad media se hablaba de una tierra redonda como centro del universo, con el sol, los planetas y las estrellas orbitando a su alrededor (como ven, nadie discutía su redondez), ¿Entonces cuál fue la innovación de Colón?, en realidad al parecer fue una cuestión de cálculo, de un muy mal cálculo de Colón (aunque ahora los médicos intenten convencernos qué los cálculos son de riñón y/o biliares); como algunos curiosos sabemos la periferia de la tierra tiene unos 37.000 kms en el Ecuador, el planeta no es una esfera perfecta, está achatado en los polos, en esa época tomando puntos de referencia respecto del ecuador (unos kilómetros al sur de la desembocadura del Nilo), era ampliamente aceptada una medida de circunferencia terrestre en torno a los 42.000 kms (sobre valorada, posiblemente porqué el río no va perfecto de Norte a Sur y la distancia medida entre los puntos dio un valor ligeramente superior), así que sí América no existía y tocaba cruzar un océano igual al atlántico y al pacifico juntos para llegar a la India y a eso le sumas otros 5.000 kms, definitivamente el camino más corto para llegar a la India era bordeando África.

Colón tenía un par de datos adicionales a los disponibles en su época (el segundo de ellos incorrecto), sabía de una corriente al sur (sobre las canarias) que iba hacia el oeste (en dirección hacia América), contra la corriente conocida por todos los marineros presente a la altura de España que venía hacía Europa en dirección Este (devolviendo hacia Europa las naves que se aventuraban en dicha dirección, por ello al punto más al occidente de Europa, lo llamaban “Finis Terre” –fin del mundo- corriente que en la actualidad lleva el calor del caribe a la fría Gran Bretaña), el segundo dato: supo de los cálculos de un investigador Nórdico que cerca del polo obtuvo unos resultados en torno a los 30.000 kms de circunferencia (posiblemente debido al achatamiento de la tierra en ese lugar y a un exceso de alguna etílica bebida nórdica para soportar las gélidas temperaturas que tuvo por mala suerte que soportar), razón por la cual, cuando Colón llegó a República Dominicana creyó estar en Indonesia (las islas al este de la India), y por ello las llamó Indias Occidentales (pues estaban al oeste de España, su punto de referencia), fue tal su seguridad al respecto, que Colón murió sin saber que había descubierto un nuevo continente y a los americanos pre-colombinos aún hoy día les llamamos “Indios”.

De hecho tampoco era cierto que la tripulación estuviera a punto de un motín, en la bitácora de a bordo se lee el 10 de octubre de 1492 que la mar y la tripulación seguían igual, en perfecta calma, sí era cierto qué existía un cierto grado de incertidumbre, habían partido del puerto de palos el 3 de agosto, pero hicieron escala en las islas canarias y de allí salieron recién el 6 de septiembre con provisiones para 3 meses, por tanto poco más de un mes después de partir de tierras conocidas, aún no existían las condiciones de animadversión que nos contaban nuestros profesores de historia cuando yo era niño.

¿Qué es Serendipia?

El término serendipia viene del inglés “serendipity”, neologismo acuñado por Horace Walpole en 1754 a partir del cuento tradicional persa: «Los tres príncipes de Serendip», en el que los protagonistas, 3 príncipes de la isla Serendip —que era el nombre árabe de la isla de Ceilán, la actual Sri Lanka— solucionaban sus problemas a través de increíbles casualidades, aunque con espíritu abierto, el cuento relata cómo cada uno buscó en sendos viajes descubrir algún tesoro extraordinario, el primero se aventuró en los mares buscando un tesoro pirata oculto en alguna isla remota que nunca encontró, pero adquirió tal pericia naval, que al cabo de unos años desarrolló una flota mercante para su reino que logró mucho más dinero que el más increíble de los tesoros, el segundo salió a las montañas buscando un tesoro enterrado que nunca encontró, una vez más logró tal pericia minera que desarrolló luego la minería a un nivel técnico muy superior al previamente establecido en su propio reino, convirtiendo a Ceilán en una potencia para la época. El tercero buscando un proceso de alquimia para transformar el plomo en oro, logró crear una prospera sociedad industrial que al igual que lo ocurrido a sus hermanos, terminó trayendo una riqueza enorme a su reino, muy superior a lo buscado originalmente.

De ahí viene el termino, cuando buscando algo terminas encontrando en el camino algo mucho más valioso (siempre y cuando lleves los ojos bien abiertos en el proceso), como cuando vas a un pueblo buscando una compañera de la oficina que te gustaba mucho y que nunca fue de vacaciones a ese lugar, pero allí terminas conociendo al amor de tú vida, o como cuando te echan de un trabajo y ello da pie a que te contraten en algo mucho mejor.

Por todo esto no estoy de acuerdo con Umberto Eco, cuando afirma que la llegada de Colón a América sería una “serendipia” y aunque su resultado final lo fue gracias a otros personajes como Américo Vespucci en cuyo honor se bautizó el continente (El descubrimiento de América fue algo más grandioso que simplemente hallar un ruta alterna para las especias de la India), porque a la nación que decidió darle un honor menor a Colón: Colombia, ya ven como nos ha tratado la historia), para mí la serendipia es una estado alerta que admite otras posibles salidas a veces mucho más ricas que la búsqueda original. Una propaganda de una entidad de seguros en los 90, nos lo advertía: -La gran enseñanza de Colón, es lograr tus objetivos de la seguridad desde la cual partimos- (tan seguro, que nunca supo la magnitud de su descubrimiento), ya lo dijo mejor Les Luthiers, nadie es un perfecto inútil, al menos sirve de mal ejemplo, en el caso de Colón, aplicado a la serendipia, él lo fue, un perfecto anti-ejemplo de lo que es serendipia.

Existen varios ejemplos notables de Serendipity:

Tal vez uno de los primeros, al menos cronológicamente, sería el principio de Arquímedes, qué fue descubierto cuando se estaba dando una remojadita en una bañera y observar cómo su cuerpo desplazaba una masa de agua equivalente al volumen sumergido, comprendió que el empuje hacia arriba era igual al peso del volumen de liquido desplazado. Llevaba varios días cavilando al respecto, la anécdota se hizo aún más famosa porque salió desnudo por la calle gritando la famosa palabra: ¡Eureka!.

Las famosísimas notas Post-it surgieron tras un olvido de un operario, que no añadió un componente de un pegamento en la fábrica de 3M. Toda la partida de pegamento se apartó y guardó, pues era demasiado valioso como para tirarlo, se estaba buscando algún proceso químico para recuperar el material utilizado, pues el pegante resultante tenía poco poder adhesivo y además este se diluía en el aire al cabo de un periodo relativamente corto de tiempo. Uno de los ingenieros de la empresa, hombre devoto, estaba harto de meter papelitos en su libro de salmos para marcar las canciones cuando iba a la iglesia. Los papelitos no hacían más que caerse. Conociendo del cargamento que se conservó con la esperanza de no perder su enorme valor en precursores químicos, pensó que sería ideal tener hojas con un poco de pegamento que no fuera demasiado fuerte y que resistiera ser pegado y despegado muchas veces. Cuando su uso se popularizó entre varios empleados de la empresa, estaba en proceso de nacimiento las notas Post-it, luego algún genio de mercadeo unió el punto A con el B y vio una oportunidad de negocios, que hoy en día es el principal producto en ventas de 3M a nivel mundial.

En 1922, Alexander Fleming estaba analizando varios cultivos de bacterias, cuando un asistente dejó caer accidentalmente un hongo sobre una placa de bacterias. Colón habría despedido al asistente, botado ambos recipientes y habría empezado de nuevo (pues estaba seguro de a donde deseaba llegar), El Dr. Fleming fiel a un verdadero espíritu de Serendipia, decidió observar que sucedía, y vio como el hongo destruía rápidamente la bacteria (que él sabía patológica), ese episodio dio inicio al descubrimiento de la penicilina.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Decálogo de todo buen chismoso

Breves Noticias y primera parte: Guía de viaje, destino Iguaque