Autoentrevista irreverente de trabajo


Amigos,

Buenas noches

Hoy recibí un “jab” al abdomen, llamé a la curaduría de Bogotá (entre una lista grande de pendientes que he venido desarrollando esta semana) y me enteré que declararon desierta la licitación del proyecto que supuestamente íbamos liderando, lo cual implica que en el mejor de los escenarios el trabajo que tendría que iniciar el 2 de mayo (en 25 días), sea postergado cómo mínimo 5 meses e incluso es posible que se llegue a cumplir un año de receso.

Como he fortalecido mis abdominales en estos últimos días y ante estas circunstancias, en un acto de absoluta originalidad e decidido hacerme una autoentrevista (sólo la han hecho: Yamid Amat, Daniel Samper Pizano, Pedro Almodovar, Stephen King, Darío Fernando Patiño, RBD, María Ferreras, Joaquín Sabina – en varias de sus canciones -, Alejandra Costamagna, Joshua Gil (mi perrito) y un larguísimo etc. de más de 40.000 personalidades), ahora bien, dudo mucho que alguna de las anteriormente mentadas fuera una autoentrevista de trabajo.

Sin más preámbulos, como dice mi amigo Iván los domingos a las 8 de la mañana en un campo de fútbol en la conejera de Bogota, “A lo que vinimos”:

Auto Entrevista (irreverente) de Trabajo

Álvaro Gil: ¿No le parece muy boleta hacer este ejercicio y enviárselo a todos sus amigos?

AG.: Sí definitivamente, la idea original me surgió en octubre pasado, aunque en su primera versión, sólo se trataba de enviar la hoja de vida a todas las amistades que tengo en el ciber espacio. En su momento lograron disuadirme de hacerlo, apelando a mi sentido del ridículo, afortunadamente ya no tengo ningún sentido y me pareció que se lograba un grado mayor de ridiculez volviéndola autoentrevista.

Álvaro Gil: ¿De verdad cree que habrá alguien lo suficientemente desocupado como para leer este esperpento?

AG.: Sí definitivamente, tengo muchos amigos que presumen de leerse todos mis e-mail y lo que publico en el blog, soy consciente de qué la amistad tiene un límite, “Chaparro” me lo recuerda a cada momento, pero he decidido correr el riesgo, y en caso de ver que el riesgo es muy grande, he decidido simplemente: correr.

Álvaro Gil: ¿Qué espera lograr con este texto?

AG.: Básicamente nada, posiblemente no pase de ser un ejercicio más de escritura, aunque existe una leve posibilidad de qué esto logre algún resultado, de hecho espero al menos disminuir en un mínimo porcentaje la incidencia de falsas ofertas de trabajo.

Álvaro Gil: ¿Por qué lo dice?

Algunos de mis mejores amigos se han alcanzado a preocupar por mi falta de empleo, y me han llamado o escrito para sugerirme alguna oportunidad, pero en la mayoría de las ocasiones han sabido indicarme opciones que no tienen nada que ver con mi perfil, haciendo la reflexión del caso he caído en cuenta de que yo tampoco tengo idea de qué tipo de empleo les podría servir a ellos sí estuvieran en mi situación y he decidido entonces pese a todo darles las gracias por el dato.

Álvaro Gil: ¿Pero no todos sus amigos están preocupados por su falta de laboro?

AG.: Este escrito, compañero periodista, está dirigido a todos aquellos que alguna vez podrían llegar a leer estas líneas.

Álvaro Gil: ¿A decidido entonces disparar con perdigones?

AG.: Yo diría que esas son sus palabras no las mías

Álvaro Gil: ¿Y cual es su perfil?

A.G.: Depende del lado desde qué se mire, mi labor favorita y para la que creo estar mejor preparado es para liderar un departamento de tecnología (IT por sus siglas en inglés) o de Sistemas que llamamos en nuestro medio, tengo una amplia experiencia en sistemas de Calidad, en manejadores de bases de datos, Business Intelligence, y ERP (sistemas integrados).

Álvaro Gil: ¿Bueno entrando en materia, cuál ha sido su especialidad a lo largo de carrera profesional?

AG.: Pues todo es muy relativo, sí observa mi hoja de vida, observará el siguiente hecho: cada vez que me he especializado en algún tema al cabo de unos 2 o 3 años, he vuelto a iniciar en un tema completamente distinto, en eso he sido un océano de conocimientos con unos pocos centímetros de profundidad.

Álvaro Gil: ¿Hay algún ítem profesional en el que usted haya sentido que desperdició su tiempo?

AG.: Varios, de hecho, varios amigos que han probado mi pizza y algunas bellas damas a las que he tenido la fortuna de hacerles un masaje Shiatsu han manifestado que he perdido todo el tiempo dedicado a la Ingeniería de Sistemas, de la cual me gradué en 1995, y muy posiblemente también el tiempo dedicado a la especialidad en Gerencia de Tecnología de la EAN, de la cual me gradué en 2007.

Álvaro Gil: ¿Y usted cree que tienen razón cuando califican su labor de Ingeniería de Sistemas como una pérdida de tiempo?

AG.: No sé, he notado tal convicción en Iván y los demás amigos con los que me reúno a jugar fútbol los domingos en la mañana, cuando afirman con igual o mayor vehemencia que he perdido más mi tiempo intentando jugar bien al fútbol, que me es difícil saber cual de todos estos puntos de vista podría tener más razón.

Álvaro Gil: ¿Ya veo, pero poniéndonos nuevamente en materia, en su hoja de vida usted no menciona nada de los más de 5 años dedicados a lo docencia en institutos de sistemas y como profesor particular de física y matemáticas antes de graduarse de Ingeniero de Sistemas?

AG.: La docencia es una pasión que ejercí durante mi vida universitaria y que derivó en mis primeros meses de ingeniero, dedicado a la docencia universitaria en la EAN, durante 3 semestres, luego de esa primera experiencia, reincidí en 2004 nuevamente con el tema, al ser docente de física y probabilidad en un colegio católico del norte de Bogotá.

Álvaro Gil: ¿Le gusta la docencia?

AG.: Tanto que accedí a trabajar en un colegio tan católico, de hecho es una de mis pasiones más intimas, pero como todo lo intimo, es algo que debería dejar uno para hacer en privado (como hacen la mayoría de los buenos católicos que conozco), en nuestro medio no es muy bien pago, aunque eventualmente sí surge alguna oferta en dicho sentido estaría más que dispuesto a considerarla.

Álvaro Gil: ¿Luego de eso trabajó en una casa de software, OPEN Systems?

AG.: Sí, allí fui ingeniero de servicio al cliente, daba capacitaciones, hacía migraciones, soporte, instalaba el producto, todo esto en empresas del sector de las telecomunicaciones, era una labor que me gustaba, en su momento, viajé mucho y me volví experto en UNIX y Oracle, temas para los que no conseguí campo laboral en los siguientes 8 años, es curioso, porqué hoy en día he perdido varias oportunidades laborales por no estar actualizado en el tema

Álvaro Gil: ¿Observo que luego de ello estuvo año y medio en PROPAL?

AG.: Sí fue mi primera experiencia como analista de sistemas clásico, también fue la primera vez que trabajé en el sector industrial, de hecho esta experiencia me abrió las puertas para llegar a plásticos RIMAX, en donde estuve como encargado en múltiples oportunidades del departamento de sistemas, desarrollé todo lo que se puede hacer en un departamento de IT, planeación, presupuesto, soporte, Business Intelligence, ERP, ISO y un largo etc., allí duré 3 años, mi record personal lamentablemente, he querido durar más tiempo pero hasta ahora no se han dado las condiciones

Álvaro Gil: ¿Y por qué cree que esto ha ocurrido?

AG.: Como dice cierto tocayo mío, siguiente pregunta

Álvaro Gil: ¿Por qué se fue de Cali?

AG.: Por qué en RIMAX tuve muy buen sueldo y en Cali debido a la crisis de la ciudad ya nadie me quiso contratar, luego de 5 meses en los que sólo fui llamado a 2 procesos de selección, llegué en ambos a ser finalista (Goodyear y Johnson y Johnson), tal vez, 2 de las pocas empresas, para las que el factor económico no era una limitante, pero a mi primer viaje a Bogotá por 2 semanas para buscar empleo a finales de 2004, tuve 5 opciones de trabajo, de las cuales 3 se convirtieron en oferta formal.

Álvaro Gil: ¿Y fue cuando escogió ser profesor de física?

AG.: Si loco ¿verdad?, lo que sucedió es que el resto de opciones era en una industria trasnochando y en una casa de software viajando por todo el país, decidí que la docencia me daría tiempo para hacer un postgrado

Álvaro Gil: ¿Y acertó?

AG.: Salvo por el horario, no conozco un trabajo más duro que el de la docencia, por eso se requiere de un mes y medio de vacaciones, de otra forma nadie lo aguantaría, no obstante esta experiencia me abrió las puertas para terminar siendo jefe de sistemas en el Abraham Lincoln y sacando el tiempo y el dinero para hacer mi especialización, una experiencia increíble, allí aprendí de redes, de presupuesto, de manejo de comités, de implantación, de docencia, de tecnología, de investigación, de todo.

Álvaro Gil: ¿Pero antes de seguirme hablando del Abraham Lincoln, observó que pasaron 5 meses entre su salida del San Mateo Apóstol y su ingreso a su nuevo trabajo?, ¿Cómo sobrevivió esos meses?

AG.: En varios de mis tiempos de “para” de trabajos formales, he hecho asesorías en sistemas, optimización de algunos procesos (sobre todo pasándolos de Excel a bases de datos en Access, en lo cual soy experto), aunque en todo este tiempo he estado perfeccionando la fotosíntesis humana, cuando he estado cerca de lograr algún éxito con el tema, han hecho unos días increíblemente nublados.

Álvaro Gil: ¿Luego de esto fue director de tecnología?

AG.: Fue en una empresa pequeña de 15 empleados, el nombre del cargo terminó siendo una de las condiciones por las que accedí a dicho cargo, lamentablemente tal como hoy, perdimos una licitación que determinó mi salida formal (el mundo gira y gira), no obstante seguí colaborando a OGP con algunas horas de labor en asesorías, que hoy en día heredó un amigo mío, quién me ha hecho quedar muy bien, siendo increíblemente cumplido, pues cuando me fui para San Alberto Cesar no pude continuar con dicha labor (saludes a mi compadre FER).

Álvaro Gil: ¿Por cierto, cómo fue a templar a San Alberto?

AG.: Es curioso, acepté una oferta laboral en San Alberto inferior en lo económico pensando en 3 cosas, una mayor estabilidad, una serie de ventajas extralegales y la posibilidad de que mi esposa consiguiera empleo en esa zona, sólo se dio la tercera, pues resultó ser una opción laboral tremendamente volátil, las ventajas extralegales eran mucho tilín tilín y nada de paletas.

Álvaro Gil: ¿Desde cuando está desempleado?

AG.: Desde el mes de octubre de 2010

Álvaro Gil: ¿A que se dedica actualmente?

AG.: He hecho de todo un poco, pero en el ámbito laboral he tenido muy pocas cosas para realizar

Álvaro Gil: ¿A que se le mide?

AG.: Estoy como el cantautor desempleado de cierta rola en tono humorístico, me le mido a lo que sea, le amanso las fieras, le saco de paseo a la suegra, lo que toque hacer, y en donde sea, no sólo en Bogotá o en Cali, sí sale trabajo en la Guajira no tengo ningún inconveniente.

Álvaro Gil: Para terminar, ¿a usted no le da un mínimo de vergüenza publicar esta entrevista?

AG.: Sí, pero me da más pena seguirle pidiendo plata a mis padres o a algunos de mis mejores amigos sin hacer nada más al respecto. Sí logré arrancarle alguna sonrisa a alguno de mis lectores valió la pena y aunque pueda parecer un broche triste me divertí mucho haciendo esta autoentrevista independientemente del resultado de la misma, sirvió para congraciarme conmigo mismo en un día en que me sentí muy, muy triste.

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