Descarado, Atenido, Recostado..
Eran las 3 en punto de la tarde
del domingo 23 de septiembre, estábamos organizando la fiesta de cumpleaños de
Dana Lucía en Cali, los comensales estaban invitados a partir de las 3 y media,
venía de acomodar las sillas y las mesas en el salón comunal, luego habíamos
intentado acomodar las bombas de fiesta con una notable falta de éxito, con
ayuda de mi padre que acaba de llegar pero el viento nos tomó del pelo, subimos
con él, mi madre había llegado una hora tarde respecto de lo acordado, se
suponía que debía llegar a la 1:30 pm y llevaban ella y mi padre sólo unos
minutos colaborando, pero mi madre había tomado el mando, daba órdenes, haga,
mueva, saque, meta, etc. en ese momento se acumularon los 3 días de madrugada,
más acostada tarde y una intensidad de labores del 100% cuidando a Dana,
arreglando cocina, limpiando la caja del gato, conduciendo, nadando con Dana
Lucía, etc. No había tenido un simple respiro desde las 6 am hasta pasada la
media noche en cada día, había dado mi 100% y en general las cosas marchaban
bien, o al menos en mí estúpida ingenuidad, eso creía yo.
En un instante se juntó todo ese
cansancio y manifesté que necesitaba sentarme 5 minutos, tomar un respiro,
dijé: “Necesito 5 minutos, me voy a sentar 5 minutos y ya sigo”… y ahí fue Troya!
Mi Madre empezó de súbito su diatriba,
que yo no tenía NINGÚN DERECHO a descansar, que esa fiesta era mi OBLIGACIÓN
(las palabras en mayúsculas fueron gritadas o muy fuertemente acentuadas con un
tono de voz especialmente alto), que antes DEBERÍA devolverle todo el dinero de
la fiesta de Dana Lucía a mí hermana, que el día que quiera descansar debería
GANAR suficiente dinero para pagarle a Dana Lucía la fiesta en un centro
comercial y por supuesto el consabido y super hiriente, “Ese es su famoso
crecimiento espiritual” que es tan irrelevante cuando viene del imbécil de
turno, pero es tan duro cuando viene de tú propia madre. Era bastante evidente
que ella y mi hermana, que la secundó al momento, estaban buscando cualquier
excusa para poder explotar, luego recordé las veces que en este último fin de
semana a diferencia de mis últimos años, pagué varias cosas, como una pequeña
cuenta del supermercado, o el almuerzo de ese día, Alba me preguntaba: “Cuanto
te debo” y yo contestaba, “Nada, ya bastante te debo yo a ti por todo esto”,
imagino cuan decepcionante debería haber sido todo el fin de semana buscando
una excusa para explotar y cantarme la tabla, llevaba un record perfecto en el
fin de semana y al parecer esa fue la primera excusa disponible, aun no
entiendo por qué era tan grave que me considerara un hombre con derechos, era
completamente necesario arruinar el momento, era importante que yo no
disfrutara de la reunión con mi hija, era absolutamente imprescindible hacerme
saber que yo no era digno ni valioso, era mandatorio darme un castigo, por
afectar el nombre de la familia, por no ser nadie, por no generar dinero, por
no tener ningún valor rescatable.
Lo siguiente que pasó, supongo
que aún lo califican como una pataleta mía y seguramente lo seguirán haciendo
hasta el día de su muerte, no obstante recuerdo muy bien no haber alzado la
voz, no haber dicho ningún improperio, simplemente manifesté luego de atar
cabos unos instantes y darme cuenta de lo que realmente estaba pasando y pienso
aún ahora, casi 48 horas después, que sí las cosas estaban así, no tenía nada
que hacer allí, que debía irme, como efectivamente lo hice.
Igual yo iba a salir a las 7 pm,
debía ir al terminal y tomar un bus porque tenía obligaciones el lunes a las 9
am en Bogotá (de ello hablaré luego con más detalle).
Me fui a terminar mi maleta, al
terminar y tener listo todo (o eso creía, es perfectamente lógico que algo
importante se quede en el tintero, dejé el cargador de mí computador, el chiste
me va a costar $17.400 en un envío en pago contra entrega) tomé aire y
replanteé la situación, por la madre de Dana que había llegado desde el viernes
temprano y aceptó quedarse hasta el lunes, así que estimé conveniente quedarme
hasta la hora inicialmente convenida, salí del cuarto, mi madre y mi hermana se
habían quedado en el apartamento cuadrando los pasabocas de la reunión, me
acerqué, manifesté que venía en son de paz y dije: “por favor conciliemos…” la
respuesta de Alba, cortante, gritada e inmediata, secundada y complementada por mí madre fue
inmediata:
“NO ME IMPORTA!!!, USTED DEBE
SABER QUE ES UN: (todas y cada una de estas palabras fue dicha por ALBA MARINA o
por CLARA INES, se alternaron, no me pidan que diga quién dijo qué y sí fue
exactamente en ese orden, ambas asentían a lo dicho por la otra y luego de salir
del apartamento las anoté en el celular intentando no olvidarlas, porqué Alba
es especialmente precisa con su memoria y las palabras que elige para herir a
los demás y después manifiesta con vehemencia que ella no dijo tal o cual cosa)
DESCARADO! (breve pausa para
darle fuerza al siguiente calificativo)
ATENIDO! (pausa)
RECOSTADO! (pausa)
IRRESPONSABLE! (pausa)
DESAGRADECIDO! ”
Seguramente habrían seguido pero
las interrumpí con un gesto de mis brazos, salí presuroso a la habitación tomé
mis dos morrales y salí del apartamento en ese trayecto alcanzaron a agregar
que como siempre huía porque era un cobarde, quise despedirme de un portazo (y
creo que posiblemente habría estado bien), pero tuve la suficiente lucidez para
percatarme que Dana Lucía aún estaba durmiendo su siesta, gracias a Dios!, así
que cerré suavemente la puerta, ni siquiera tomé el ascensor, bajé por las
escaleras, necesitaba empezar a caminar, necesitaba empezar a sacarme todo el
veneno que habían depositado sobre mí.
Fui al salón social a despedirme
de la mamá de Dana Lucía y de mí padre, quién ni siquiera me miró (comprendí
que para él, yo estaba haciendo una pataleta inaceptable y no había visto mi
intento de conciliación y la patada en la cara que recibí como respuesta un par
de minutos atrás, así que lo comprendí), La mamá de Dana Lucía fue la única
persona que me pidió quedarme, me dijo que dejara el ego al lado y me quedara
por Dana Lucía, hice mis cuentas mentales, supe que me iba salir carísimo con
la mamá de Dana Lucía en un futuro y comprendí inmediatamente que la única cosa
consecuente con mis principios que podía hacer es ese momento era irme, sí me
quedo, la tensión se habría escalado y de verdad, ahí sí, me le habría tirado
la fiesta a Dana Lucía y justamente por ella, porqué efectivamente la disfrutó,
es que era mandatorio salir inmediatamente de allí luego de lo sucedido.
Hay varias cosas que quiero dejar
bien claras, primero que nada, sí no va a haber respeto, sí mis padres y mi
hermana no van a ser consecuentes con su discurso de toda la vida acerca de los
valores, simplemente el domingo 23 de septiembre anótenlo en la historia como
el último día en qué estuve con mi hermana y mi madre.
Sí hacerle una fiesta en Cali a
Dana Lucía es mi obligación (premisa con la que no estoy para nada de acuerdo,
en estos momentos empiezo a salir de una profunda crisis económica, acabo de
pagar las deudas acumuladas de este año ) y sí por no poder hacerla con mis
propios recursos me convierte en:
·
Atenido
·
Recostado
·
Irresponsable
·
Descarado
·
Desagradecido
·
Cobarde
Entre otras cosas (como ya dije anoté
en mí celular al momento de salir las palabras que pude recordar usadas por mí
madre y mi hermana, dichas indistintamente por una u otra, y asentidas por la
otra), Después dirán que nunca han dicho tales palabras, qué no se acuerdan
(esa es mi experiencia reciente con este tipo de sucesos, yo me enloquecí y
nadie dijo nada, eso nunca pasó, “¿en verdad yo te dije eso?, eso es imposible”),
sí ustedes ya en frío, se ratifican en estos adjetivos y eso es lo que
represento para mi madre y mi hermana, simplemente no quiero saber más de
ustedes.
Hay cosas que simplemente no
aceptaré más, no volveré a recibir nada sí ese es el espíritu con qué se da, no
quiero nada regalado con esa energía, sí lo hacen de esa forma, muchas gracias,
pero no, no lo quiero. No lo quiero ni para mí, ni para Dana Lucía.
Primero porque no estoy de
acuerdo y segundo, porque me parece gravísimo que Dana Lucía absorba esos
conceptos y los haga propios y ese se convierta en su concepto, tanto de vida,
cómo de valor respecto de lo que piensa del mundo y en consecuencia de su
padre.
No son los valores que aprendí,
para mí ha sido muy difícil ir a Cali llegar a Crepes & Waffles (por poner
un ejemplo) y dejarme invitar, durante toda mi vida, siempre que pude pagué la
cuenta, que fue la mayor parte de mi vida, salvo en los últimos años en qué no
he ganado dinero con la misma intensidad que antes. Ha venido siendo una
lección importante de humildad tener que dejarme invitar. Pero sí alguien lo va
a hacer porque me considera valioso y tiene sentimientos amorosos, bienvenido
el momento! pero sí está convencido que soy un pobre arrancado, entonces no,
muchísimas gracias de nada!
Es paradójico que justo cuando estoy
recobrándome, reitero nuevamente que este fin de semana gasté 380 mil pesos, 650
mil en toda la semana, una fortuna para mí, reconozco que posiblemente fue
menos de lo que puso mí hermana y mis padres este mismo fin de semana, pero es
importante revisar los antecedentes:
Hace un año mí hermana quiso
organizarle una fiesta a Dana por su primer cumpleaños, le di mi total respaldo
pero manifesté entonces que no podría colaborar en lo económico, los dos viajes
previos que se hicieron a Cali fueron igualmente iniciativa de mí hermana, que
asumió los costes de ambos viajes, nuevamente en los dos casos, en abril y
junio yo estuve allí, cuidé a Dana, hice oficio para mantener arreglado el
apartamento de mí hermana y agradecí de corazón su generoso gesto.
Hace poco menos de dos meses, a
mí hermana y a mí madre se les metió entre ceja y ceja tomar la oportunidad de
una cafetería en un colegio de Cali (cuyos dueños son muy cercanos a nosotros),
no me dieron opción, mi hermana y mi padre serían los dueños, yo sería su
empleado, fue un ultimátum, yo estaba incumpliendo con mis obligaciones
económicas y para ellas nada de lo que yo estuviera desarrollando en Bogotá era
importante, obviamente hubo conflicto, tuve fuertes discusiones telefónicas con
mi madre, con mi hermana y “coincidencialmente” con la mamá de Dana, que justo
ese mismo día y un par de horas después me reclamaba por un atraso de una
semana en el pago (pagué finalmente 3 días después), fue justo después de esas
discusiones que publiqué el 16 de agosto, un mes exacto antes del cumpleaños de
Dana Lucía, en mi muro de Facebook:
“Hoy estoy realmente cansado,
cansado de la vida, cansado de pelear, de luchar, de discutir, no es lindo
cuando tú madre, tu hermana y la madre de tú hija te dan su veredicto en menos
de una semana, al parecer soy un fracaso al
qué todo el mundo le cancela los compromisos y ergo, yo también quedo mal con
los propios... de verdad, este hedor a mierda en tantas cosas, cansa”
Las reacciones fueron muy
diversas, comentarios abiertos, mensajes privados, llamadas. Hubo desde el qué
me criticó abiertamente por ventilar asuntos privados, que nadie me iba a
ayudar (eso volverá a pasar en 3,2,1…), que solo se iban a aprovechar de mi
debilidad, hubo también el discurso Pablo Coelhista de, “qué estás generando?”,
“Por qué estás generando eso en tú vida?” (Perdonen la redundancia, pero
empoderar y generando son palabras recurrentes en dichos discursos tipo New
Era), pero hubo muchas respuestas constructivas, propuestas, algunas de hecho se
concretaron y me permitieron pagar 3 días después, amigos que llamaron
preocupados y tuvieron una conversación profunda de aliento conmigo, hubo
mensajes muy alentadores, pondré de ejemplo uno de los 19 comentarios que
pusieron en mi publicación:
“Hola
mi amigo, es bueno sacar la frustración algunas veces y te entiendo
perfectamente... a veces las personas dicen cosas hirientes y hay que ser muy
selectivos para dejar que solo las cosas buenas toquen nuestro espíritu. Animo
y selectividad mi amigo. Para muchos de nosotros tu eres un ángel en medio de
tanta pesadumbre, luz en la oscuridad!!! No olvides todo lo que representas en
este camino de la vida.
Es curioso, como contraste a
todos estos mensajes, mi hermana llamó indignada, diciendo que ella nunca,
NUNCA!!! Me había dicho la palabra fracasado (y de hecho, sí se lee con
detenimiento el texto publicado, diré en mi defensa que yo tampoco dije que
ella dijera eso) y luego de una larga y jartísima diatriba, me tiró el
teléfono, recuerdo que luego de colgar yo dije al aire como sí todavía
estuviera hablando con ella: “Yo ya estoy mejor, gracias por preguntar”.
Mi madre… guardó un respetuoso
silencio hasta que pedí 5 minutos el domingo a las 3 en punto de la tarde.
Mi hermana manifestó desde meses
atrás que iba a volver a organizarle una fiesta a Dana Lucía por su segundo
cumpleaños pero esta vez en Cali, Dana cumplió dos años el domingo 16 de
septiembre, ese mismo día la mamá le hizo una reunión en Sevilla, en la cual
estuve. Me quedé toda la semana en Cali para poder estar el fin de semana en la
celebración en Cali, el plan original era hacer la reunión el sábado 22 de septiembre,
era doble celebración pues coincidía con el cumpleaños de Sebastián (Hijo mayor
de mi hermana, que cumplió años el viernes 21), Ofrecí explícitamente como gesto de paz hacía mi hermana y mi madre
luego de nuestra fuerte discusión, negociar con la mamá de Dana Lucía y pagar
el desplazamiento hasta Cali, ella trabaja los fines de semana, venir para
ella significaba no trabajar el sábado, como ya dije, le ofrecí pagar el
desplazamiento de madre e hija, y de hecho según el plan original yo me
devolvía con ella el domingo temprano, para que ella pudiera trabajar el
domingo, igualmente yo tenía compromisos de terapias el domingo al medio día en
Sevilla, en la tarde en Armenia y el lunes 3 terapias en Bogotá, de un grupo de
personas que viajaban en la tarde-noche del lunes al exterior y me pidieron muy
encarecidamente atendiera, como la fiesta era el sábado no vi problema en ello.
El sábado 22 fue el día sin carro
en Cali, entonces mi hermana me dijo que debía aplazar la reunión para el domingo,
le manifesté que yo tenía trabajo y compromisos pendientes, me manifestó que
sería al medio día, para que tipo 4 pm nos fueramos con la mamá de Dana Lucía,
llegaría sobre las 8 pm a Armenia, haría mi terapia allá y saldría para Bogotá
para atender mis pacientes de 10 am a 1 pm, obviamente cancelé la cita de
Sevilla, luego supe que mi hermana había hablado con la mamá de Dana
directamente había aceptado quedarse hasta el lunes, se le dijo que yo la iba a
acompañar, me enteré hablando con ella!, con la mamá de Dana Lucía, mi hermana
ni siquiera tuvo la mínima cortesía de informarme, cuando les pregunté a mi madre
simplemente dijeron, pues cancelas tus terapias tu hija es más importante.
Finalmente cancelé Armenia, pero
no Bogotá, quedamos en que saldría de la fiesta a las 7 pm y me iría en el bus
directo de las 8 pm y rezaría porque La Línea se portara bien y llegara a
tiempo, la mamá de Dana aceptó a regañadientes, no sin antes recordarme que
ella también iba a dejar de trabajar sábado y domingo, el lunes quedó todo
listo para acompañar a la mamá de Dana Lucía, yo cumplí mi parte y pagué los
respectivos pasajes Sevilla – Cali, Cali – Sevilla.
¿Por qué todos estos detalles?,
porque es importante enmarcar lo que se estaba viviendo en ese momento y se
entienda mi sorpresa ante la reacción que se vendría a minutos de empezar la
fiesta en cuestión… Después de todo, ¡yo sólo pedí cinco minutos!
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