Milagros Inesperados
Jueves 19 de mayo de 2011
El pasado viernes 13 logré volver a la vida laboral, eso obviamente me pone muy contento, y aunque aún tengo muchos relatos en primera, segunda, tercera y ficticia persona pendientes, este por lo actual quedó de primero, digamos que son algunos chismes actualizados.
Adastra (¿recuerdan los talleres de superación personal?) tiene un sistema de 3 talleres: primero el básico, inicio del camino, segundo el avanzado que hace parecer un juego de niños lo visto en el básico, ambos son una inmersión profunda al interior de uno mismo, pero sí uno de verdad quiere resultados extraordinarios debe completar el ciclo con el último peldaño: el PL (Plan de Liderazgo), cuando terminé el básico dudé seriamente seguir con el avanzado, obtuve una financiación inesperada (y con una condición muy favorable para mi, el futuro pago de mi parte estaba supeditado al reinicio de mi vida laboral) y en vista de qué no tenía nada mejor que hacer me inscribí en el curso, pese a la juiciosa recomendación de varias personas qué en verdad me quieren.
Al terminar el avanzado sí me dije: “ni de vainas, el PL tendrá que esperar”, me devolví a Cali y alcancé a pasear a mis perritos, tuve algunas experiencias interesantes: conversaciones profundas con personas qué jamás esperé, por ejemplo con mi abuela, cosas que pensé necesitar y a pesar de andar vaciado, la vida se encargó de traerlas a mi disposición de las formas más inesperadas y a pesar de ello había decidido no iniciar mi plan de liderazgo, me tenía frustrado no poder retomar mi vida laboral, seguir bloqueado en el tema de los ingresos económicos, el miércoles en la tarde decidí no ingresar al PL si no superaba dicho bloqueo (el PL iniciaba el viernes en la noche), me resultó esa misma noche del miércoles una clienta para Shiatsu qué adicionalmente quería ser asesorada en el plan para perder peso, tenía un primer ingreso. Aunque empecé a generar algo, me pareció insuficiente y emití otro decreto en forma impecable el jueves a eso de las 9 am, “si no pasa algo importante (con todas las opciones qué supuestamente estaban vivas) para un trabajo formal antes del mediodía (le di 3 horas al universo para que se moviera luego de 7 meses de quietud) no hago el PL”, e hice lo único sensato para determinar si ello se iba a dar: me crucé de brazos a esperar y tuve algo de fe.
Eran las 11:47 de la mañana del jueves cuando sonó mi teléfono, era el antiguo jefe de mi proyecto de Ecopetrol de 2009, necesitaba urgente un ingeniero para ayudarle con un tema complejo en Excel, qué si podía iniciar el lunes 9 de mayo de 2011, a partir de ahí inicié una tarde frenética, envié un montón de documentos por Internet (una serie de certificados que afortunadamente ya tengo listos), alisté maletas y partí esa noche en un bus con rumbo a Bogotá, una vez más con el infinito amor y auspicio de mis padres (sin ellos no lo habría logrado nunca), llegué el viernes al medio día, apenas tuve tiempo de alistar todas las cosas para el PL en la tarde (hay una lista interesante de tarea previas, sólo pude dormir 1 hora horizontal luego de viajar en bus por la noche, donde pude dormir sentado algunas horas y apenas llegué a las 6 p.m. puntual para el inicio), tuve mi primer fin de semana increíble (serán 3 y varias actividades más, de lo cual obviamente no daré detalles) diciendo a voz en pecho a todos mis amigos de Adastra “la próxima semana empiezo a trabajar”, muy seguro, tanto qué el lunes madrugué para ir a mi oficina, llamé a las 8 a.m. para saber cuáles serían los pasos a seguir y me encontré con la sorpresa que debido a mi especialización, según la escala salarial de Ecopetrol mi salario debía ser 4.7 millones y como el proyecto tenía un presupuesto de 3.2 millones por 2 meses, no podría ingresar al proyecto, intenté varias maniobras, con una notable ausencia de éxito (como contratista, contratado por un menor periodo de tiempo, etc. Etc.), de hecho fue mi prioridad la mañana del lunes, pero la noticia al mediodía estaba confirmada, no empezaría en dicho proyecto.
En otro momento habría sido otro golpe devastador, pero la semana pasada estaba impecablemente decidido a reiniciar mi vida laboral, mis pensamientos, mis proyecciones, mis decretos eran impecables y me moví el lunes, martes, miércoles, algo pasó en el universo porqué me llamaron el miércoles en la tarde (también quedaron otras 3 opciones en el tintero, qué también avanzaron positivamente, el martes estaba convencido qué sería en otra empresa de software), gracias a Olguita convencí a 2 ingenieros, entrevista el jueves a primera hora con la qué desde el pasado viernes es mi jefe (una mexicana-canadiense), de ahí a exámenes médicos (estoy como una uva), a pruebas psicotécnicas, llenar formularios, firmar contrato.
Ya en el trabajo me ha ido muy, muy, muy bien, estoy muy juicioso, disciplinado y estoy obteniendo excelentes resultados (tuve que trabajar el sábado pasado, no importa fui feliz), aparte de todo ello, lo estoy disfrutando (he decidido hacerlo), sé qué estamos en una cultura en la qué decir el sueldo está muy mal visto (cultura qué no comparto), entré ganando 3,300 (con prestaciones, EPS y todo eso), es sólo por un proyecto (durará entre 2 y 3 meses), así que todavía escucho propuestas (respuesta para Rodrigo y compañía, de corazón muchas gracias por los mensajes), aunque siendo franco, existen unas probabilidades de más del 90% de qué siga en el próximo proyecto, mi Jefe habla de ello con todo el mundo como sí fuera un hecho cumplido: “En nuestro próximo proyecto, Alvaro nos ayudará en …”, y también que mi sueldo se incremente (si trabajo en un proyecto para Ecopetrol, lo cual es bastante probable, me tendrían qué pagar 4,7 millones por la misma razón expuesta antes), así qué seguiré así, produciendo resultados, disfrutándolo, haciendo mis tareas de PL y reiterándoles a todos y cada uno de ustedes la invitación a dedicarse un tiempo para vuestro propio crecimiento (llámenme sí algo los conmueve por dentro, los talleres de Adastra valen la pena, lo digo amorosamente, ya enrolé a Andrea en ellos), tengo en el tintero visitar a Nelson, Rafa, Michel, Milena (no para enrolarlo, sólo para celebrar qué son mis amigos), el sábado pasado visité a Betty, en fin he estado moviéndome todo el tiempo, quise volver a patinar para acompañar a Andrea (hay vientos de reconciliación, ella ha puesto todo de su parte, hay que reconocerlo), y la vida (a través de ella), me regaló patines (unos qué parecen profesionales)… en fin, estoy muy, muy feliz, sigo más quebrado qué un bulto de canela, recién en 10 días tendré mi primer sueldo parcial (con él pagaré lo más urgente, y viviré 48 días, no será sencillo pero tampoco estoy gastando mucho, sólo 2 busetas, un chocolatín y un almuerzo), luego les contaré más, de momento a todos los qué han preguntado (Angie, Rodrigo, Nelson, Rafa, etc.) muchas gracias, un abrazo a todos, tendré que reorganizar mis tiempos para retomar mi novela, de momento el logro laboral ha sido genial, he dado mi máximo potencial, no tengo quejas.
Hasta después pues.
P.S. Un muy feliz cumpleaños atrasado a mi amiga Olga Yaneth
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